Comencemos por lo básico ¿Cómo se hacen los aceites vegetales?
A diferencia del aceite de oliva, que ha sido prensado durante siglos, los aceites vegetales requieren un procesamiento industrial. Se extraen de cultivos oleaginosos en grandes fábricas. Las semillas se trituran o se desconchan, pero eso es solo el comienzo del procesamiento industrial requerido para generar los aceites, pálidos y de sabor suave, que terminan en el aderezo para ensaladas, o peor aún, calentados para cocinar tus nutritivas verduras.
El calor, el frío, la rotación a alta velocidad, los disolventes (como el hexano derivado del petróleo crudo), los agentes de desgomado, los desodorantes y los agentes blanqueadores, son todos necesarios para procesar las semillas en un aceite “aceptable”.
Son aceites extraidos de semillas, que a diferencia de otros aceites (coco, oliva) , no se pueden extraer simplemente presionando o separando de forma natural.
Deben ser quitados químicamente, desodorizados (para eliminar su olor fuerte) y pasan por varios procesos de refinación.
Al estar expuesto a altas temperaturas los acidos grasos insaturados presentes (omega-6) se oxidan, lo que significa que se separan y liberan radicales libres, los cuales constribuyen a la inflación celular así como al envejecimiento prematuro.
¿Aún estás seguro de querer consumirlos?
En conclusión, son alimentos químicamente ALTERADOS, molecularmente inestables (muy malos para cocinar con ellos), tienen una proporción demasiado alta de omega 6, lo que los vuelve altamente INFLAMATORIOS generando problemas de salud como asma, enfermedades autoinmunes,obesidad , síndrome metabólico … pero aún así los han promovido como “saludables “durante años.
PREFIERE ACEITE DE OLIVA EXTRA VIRGEN CRUDO , ACEITE DE COCO, MANTEQUILLA Ó GHEE.
DATO EXTRA: Nuestro cuerpo necesita un balance de ácidos grasos omega -3 y omega-6 lo más cercano de 1:1 , pero los aceite vegetales tienen un contenido excesivamente alto de omega-6; de modo que si los incluimos en nuestra alimentación cotidiana, se vuelve imposible mantener esa proporción de 1:1. Si a esto se le agrega una alimentación alta en azúcares, ultraprocesados y pobre en plantas tenemos el complemento perfecto para una CATÁSTROFE METABÓLICA.